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MÁS JOAQUINITO |
Nos enseñaron a tener paciencia,
nos enseñaron a no andar descalzos,
nos enseñaron a morir de viejos,
nos enseñaron a vivir a plazos.
Nos enseñaron a guardar silencio,
nos enseñaron a temer la noche,
nos enseñaron que el placer es malo,
nos enseñaron a crecer a golpes.
Nos prohibieron las cosas más hermosas,
ir al campo a robar brevas,
bañarnos en el verano con las mozas en la alberca
y crecimos enfermizos faltos de aire y de besos,
llena la piel de preguntas que contestaba el silencio.
Pero apareció la vida cuando moríamos de sed,
era una fuente su cuerpo que invitaba a los sedientos
a beber, a beber.
Probamos la dulzura de la carne,
supimos que aun estábamos a tiempo,
nos hartamos de besos, de manzanas,
declaramos la guerra al sufrimiento.
Nos quitamos la vieja piel a tiras,
renegamos de todo lo sabido,
prometimos pecar a manos llenas,
nos hicimos más tiernos y más niños.
Ahora, cada día tiene su fruto,
cada noche su secreto
y el tiempo es una mentira
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MÁS JOAQUINITO |
al arrancarnos las vendas
que nos negaban el cuerpo
descubrimos el presente
que es lo único que tenemos.
Y cantaremos la vida y no abriremos la puerta
a la muerte mientras dentro del cuerpo quede una gota
de deseo, de deseo.