Cantautor argentino que llega en el 37 a La Plata, Buenos Aires. Siendo un niño, su padre abandona el hogar dejando madre y tres hijos al libre albedrío, que emigran hacia el sur, hacia la Tierra del Fuego.

Su infancia es dura y queda marginado siendo encerrado en un reformatorio del que consigue escapar, encontrando, según cuenta, a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo.
Con 22 años toca la guitarra y canta folklore. Y es al pedir trabajo en un hotel cuando el dueño lo ve con la guitarra y le da una oportunidad. Su primer nombre fue “El Indio Gasparino”.
Y en 1970 graba “No soy de aquí, ni soy de allá”, canción que recorre el mundo entero y que es grabada en nueve idiomas con otros cantantes.
En el 76 tiene que dejar Argentina por pertenecer al grupo de los cantautores de protesta y se exilia a México, donde continúa su trabajo, recorriendo 159 países de todo el mundo. Ya en el 84 regresa consagrado a Argentina…
NO SOY DE AQUI NI SOY DE ALLA - FACUNDO CABRAL
Me gusta los que se callan
y me gusta los que cantan,
y de tanto andar conmigo
me gusta lo que me pasa.
Me pasan cosas como ésta,
aunque no tenga importancia
andar contándole a todos,
todas las cosas que pasan.
Porque uno no vive solo
y lo que a uno le pasa,
le está sucediendo al mundo,
única razón y causa.
Pues todito es tan perfecto
porque perfecto es Dios
que se mueve alguna estrella
cuando arranca una flor,
por eso si hay uno, hay dos.
Supe del diablo la noche
que al hambriento dije "no",
también esa noche supe
que el diablo es hijo de Dios.
Ando solo por la vida
con uno tono y dominante
modestamente cantor
sin pretensión de enseñarte,
porque si el mundo es redondo
no sé qué es ir adelante.
Andar y andar, siempre andando,
nada más que por andar,
no vine a explicar al mundo
sólo vine a tocar.
No quiero juzgar al hombre,
al hombre quiero contar...
mi condición es la vida
y mi camino cantar,
cantar y contar la vida
es mi manera de andar.
Un día llegué a Tandil
y conocí a un anciano
que a falta de inteligencia
se le dio por ser muy sabio.
Le pregunté por Jesús,
una noche al lindo viejo
y ahí mismo lo conocí
cuando me alcanzó un espejo.
Yo bailo con mi canción
y no con la me tocan,
yo no soy la libertad
pero sí el que la provoca.
Si ya conozco el camino
pa' qué voy a andar acostado,
si la libertad me gusta
pa' qué voy a vivir de esclavo.
Elegir, yo siempre elijo
más que por mí, por mi hermano,
y si he elegido ser Águila
fue por amor al gusano.
Prefiero seguir a pie
y no en caballo prestado,
alguien por una manzana
pa' siempre quedo endeudado.
Siempre se llega primero
el que va más descargado,
el día que yo me muera
no habrá que usar la balanza
pues para velar a un cantor
con una milonga alcanza.
Doy la cara al enemigo,
la espalda al buen comentario
porque el que acepta un halago
empieza a ser dominado,
el hombre le hace caricias al caballo
pa' montarlo.
Perdón si me propasé
y me puse moralejo,
nadie puede dar consejos
no hay hombre que sea tan viejo,
me pongo el sol al hombro
y el mundo es amarillo.
Me gusta andar
pero no sigo el camino
pues lo seguro ya no tiene misterio,
me gusta ir con el verano muy lejos
pero volver donde mi madre en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los caballos,
y los abrazos que me dan mis hermanos, me gusta...
Me gusta el sol, Alicia y las palomas,
el buen cigarro y la guitarra española,
saltar paredes y abrir las ventanas
y cuando llora una mujer.
Me gusta el vino tanto como las flores
y los conejos pero no los tractores,
el pan casero y la voz de Dolores
y el mar mojándome los pies.
No soy de aquí ni soy de allá,
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
Me gusta estar tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela,
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la varilla en el trigal.
No soy de aquí ni soy de allá,
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.