y siguen las cosas donde ayer las dejé yo;
en el mercado se enfurece un hombre gris
una niña a su lado cae de su monopatín.
La anciana compra un gato
con un ojo gris y azul,
pasa el coche de unos novios
con sus mil lazos de tul,
una máquina levanta
una cumbre de adoquín,
llegan dos guardias y miran
como culpándome a mí.
Sencilla alegría cuando miro alrededor
y siguen las cosas donde ayer las dejé yo.
Es la ciudad que va
en su nube de humo y de alquitrán,
ciudad que respira y mira
cuando miro alrededor.
La anciana compra un gato
con un ojo gris y azul,
pasa el coche de unos novios
con sus mil lazos de tul,
unos jóvenes se besan
como si fuera un final,
en la tele suena y suena
una música banal.
Son las sencillas cosas de la vida,
es el latido vivo de mi gran ciudad,
es el latido vivo que envuelve a la ciudad.
Sencilla alegría, cuando miro alrededor
y siguen las cosas donde ayer las dejé yo…
Es la ciudad que va
en su nube de humo y de alquitrán,
ciudad que respira y mira
cuando miro alrededor…