
La llama se apagó, no sé,
matamos la ilusión, tal vez,
y dónde quedo yo,
en este mundo sin color,
sin historias que contarte,
sin saber cómo explicarte.
Que hoy te veo
y aunque lo intente no se me olvida
que eras tú el que no creía en las despedidas,
que sigo siendo la misma loca
que entre tus sábanas se perdía
y a fin de cuentas no soy distinta
de aquella idiota, que te quería.
No importa cómo fue, ni quién,
queríamos beber, sin ser,
y dónde quedo yo
en este mundo sin tu voz,
ignorando las señales
que me llevan a encontrarte.
Que hoy te veo
y aunque lo intente no se me olvida
que eras tú el que no creía en las despedidas,
que sigo siendo la misma loca
que entre tus sábanas se perdía
y a fin de cuentas no soy distinta
de aquella idiota, que te quería.
Que todavía espera verte sonreír,
que todavía espera verse junto a ti.
Que hoy te veo
y aunque lo intente no se me olvida
que sigo siendo la misma loca
que entre tus sábanas se perdía
y a fin de cuentas no soy distinta
de aquella idiota, que te quería.
Que sigo siendo la misma loca
que entre tus sábanas se perdía
y a fin de cuentas no soy distinta
de aquella idiota, que te quería...