y aunque a veces no me importe,
sé que el día en que la pierda,
volveré a sufrir, por ella,
que aparece y que se esconde,
que se marcha y que se queda,
que es pregunta y es respuesta,
que es mi oscuridad, estrella...
Ella, me peina el alma y me la enreda,
va conmigo pero no sé dónde va,
Pero me cuesta, cuando otro adiós se ve tan cerca
y la perderé de nuevo,
y otra vez preguntaré, mientras se va,
y no habrá respuesta,
y si esa que se aleja, la que estoy perdiendo,
y ¿si esa era?, y ¿si fuera ella?
Ella, se hace fría y se hace eterna
un suspiro en la tormenta,
la que tantas veces le cambió la voz,
que me miente y me lo niega,
Pero si mi boca se equivoca,
pero si mi boca se equivoca y
al llamarla nombro a otra,
a veces siente compasión por este loco,
ciego y loco corazón.
Sea lo que quiera Dios que sea,
mi delito es la torpeza de ignorar
que hay quien no tiene corazón,
y va quemando, va quemándome, me quema,
y ¿si fuera ella?
Sea lo que quiera Dios que sea,
mi delito es la torpeza de ignorar
que hay quien no tiene corazón,
y va quemando, va quemándome, me quema,
y ¿si fuera ella?