Se equivocó la paloma,
se equivocaba,
creyó que el trigo era agua,
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo,
que la noche, la mañana,
se equivocaba,
se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío,
que la calor, la nevada,
se equivocaba,
se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón, su casa,
se equivocaba,
se equivocaba.
Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.